5 sonidos que elevan nuestro bienestar
El uso de la música de forma terapéutica fortalece la autonomía, la creatividad y la flexibilidad emocional.
“La música estimula la neuroplasticidad, crea nuevas conexiones y expande la función cerebral.”
¿Por qué la música nos causa tanto placer? ¿Un placer que la ciencia dice es tan poderoso como el que es causado por la comida y el sexo? Nuestra relación con los sonidos y la música es más antigua que el mismo lenguaje. Al principio de todo, percibimos los estímulos sonoros para relacionarnos con el mundo. Escuchamos la corriente del río, el trino de los pájaros, los truenos en el cielo, el crujir del suelo… todo con el objetivo de conservar la vida y, a la vez, dar pasos agigantados a nivel fisiológico y social.
En el artículo “¿Qué hace la música en nuestro cerebro?”, del diario español El País, se recogen algunas hipótesis de cómo la música ha tenido influencia en nuestra evolución como humanidad:
Por un lado, se cree que los sonidos, la música de la naturaleza, influenciaron en el cerebro humano al tomar las áreas del control y el movimiento, haciendo que los seres humanos hallaran en ellos la posibilidad de moverse juntos, al unísono, para avanzar como sociedad.
Además de que, de forma fortuita, la música tomó sistemas cerebrales destinados a otros fines, como los del lenguaje y la emoción. Por eso es, desde siempre, una forma efectiva de comunicación y de expresión emocional, teniendo un efecto relajante y estimulante.
¿Sabías qué?
Según la programación neurolingüística, los seres humanos percibimos el mundo desde distintos canales sensoriales: visual, auditivo y cinestésico. Alguno de estos tres canales prevalece en nosotros y es el que condiciona cómo percibimos e interactuamos con el mundo.
Reconocer nuestro canal sensorial y el de las otras personas nos permite crear relaciones saludables y aplicar la comunicación asertiva en las distintas facetas de la vida. En definitiva, hallar nuestra propia voz.
La música como terapia
Hoy la ciencia sabe que la influencia de la música en los seres humanos es amplia y significativa, tanto que:
Fortalece el aprendizaje y la memoria.
Regula las hormonas relacionadas con el estrés.
Evoca experiencias y recuerdos para el desarrollo personal.
Mantiene estable la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Estimula el desarrollo cognitivo.
Las notas musicales generan energía que se puede usar de forma útil en la vida diaria.
A nivel emocional, la música es un lugar seguro para procesar las emociones y favorece cualidades como la autonomía, la creatividad, la empatía y la inteligencia emocional
Por todas estas cualidades existe la musicoterapia, que hace uso de sonidos y melodías de alta vibración para estimular la neuroplasticidad, a través de la que nuestro cerebro crea nuevas conexiones y expande sus funciones. Así eleva el estado de ánimo y facilitar la rehabilitación de diferentes cuadros de salud como:
Afecciones neurológicas y cognitivas.
Trastornos de movimiento.
Problemas del habla a causa de un accidente cerebrovascular.
Demencias.
“Experimentos realizados con música han descubierto que las vacas dan más leche cuando escuchan las sonatas de Mozart y que las plantas florecen fácilmente con música de fondo. ”
A continuación, recogemos 5 sonidos conocidos por su capacidad de ayudarnos a sanar a nivel físico y mental:
1.- Ondas gama: Estas ondas son más rápidas que el cerebro por lo que activan su función. Estimulan la intuición, la creatividad y la concentración.
2.- Frecuencia de 963HZ: Los sonidos de alta frecuencia son capaces de sanar el cuerpo físico y elevar la consciencia.
3.- Cuencos tibetanos: Este es un masaje sonoro basado en el principio de la resonancia, por la que una vibración más intensa y armónica contagia a otra más débil, disonante o no saludable.
4.- Mantras: Su traducción del sánscrito es “instrumento mental” y básicamente es la repetición de sílabas, palabras o fonemas que, según los budistas, tiene un efecto psicológico o espiritual.
5.- Ruido blanco: Este sonido contiene todas las frecuencias a la misma potencia, con la capacidad de sobrepasar el umbral auditivo. Se recomienda mucho para relajar y conciliar el sueño.