Disciplina, un contrato personal

El motor de la disciplina es la capacidad de visualizar el producto final.

El motor de la disciplina es la capacidad de visualizar el producto final.

La disciplina es un contrato con uno mismo, que debemos ser capaces de honrar. Hacerlo nos permitirá lograr lo que soñamos.
— Marialuz

Uno de los grandes hábitos para avanzar en varios aspectos de la vida es la DISCIPLINA, que es el resultado de la suma de otros dos: la constancia y la voluntad

Disciplina= Constancia + Voluntad

La disciplina es el ingrediente básico para alcanzar un objetivo y hacer realidad un sueño. Hay quienes la confunden con la suerte, y de alguna manera podría percibirse como tal, pues la disciplina se practica en silencio y con paciencia, es producto de una construcción diaria con determinación y convicción, donde el motor es la capacidad de visualizar el producto final.

  • Esta visualización nos permite encontrar un formato y una estructura, con estrategia y planificación

  • La estrategia debe adaptarse a nuestra realidad, disponibilidad de tiempo y estar alineada a un compromiso diario que sea posible cumplir. 

La visión futura de lo que queremos, nos permite encontrar el enfoque necesario para poder evadir las distracciones y la determinación para mantener nuestro compromiso y, evitar alejarnos de nuestros objetivos. 

Un compromiso con nosotros mismos

La disciplina es un contrato con uno mismo que debemos ser capaces de honrar. Hacerlo nos permitirá, no solamente lograr lo que soñamos, sino también, nos servirá de plataforma y trampolín para trazarnos nuevos horizontes.

Las maneras de empezar a honrar este contrato son:

  • Haciendo un ejercicio de introspección para identificar mis talentos, así como mis debilidades.

  • Idealmente, si exploto adecuadamente esos talentos, me fijo objetivos alrededor de ellos, y determinó aquello que debo hacer para lograrlos, incremento las probabilidades de éxito.

  • Sin embargo, todo ese talento sin disciplina no me va a llevar a ningún lado. De hecho, considero, de cierta manera, un acto de irresponsabilidad con la vida el desaprovechar la fortuna de tener un talento y no explotarlo.

  • En última instancia, la DISCIPLINA es una decisión, es un ejercicio de voluntad, es un acuerdo con nosotros mismos, honrarlo nos hace libres y soberanos de nuestras vidas. 

Lee: “Cuestión de tiempo”.

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