Cuestión de tiempo

A veces pensamos que aquello que nos preocupa durará para siempre. La vida tiene el don de convertirlo, con el tiempo, en un aprendizaje.

Las heridas cicatrizan, los recuerdos se vuelven imágenes borrosas, los talismanes  dejan de ser símbolos y vuelven a su funcionalidad original.
— Marialuz

Todo es cuestión de tiempo. 

Con el tiempo, aquello que nos rompió el alma y nos generó un ahogo infinito,  algún día se convertirá en tan solo una mueca. 

Con el tiempo, el recuerdo de ese pensamiento que no nos dejó dormir, nos producirá gracia, y recordaremos lo absurdo que fue preocuparse por algo sin fundamento y tan poco probable. 

Con el tiempo, esa cicatriz que nos causó tanto dolor, al mostrarse con la luz correcta, solo nos recordará nuestra ilimitada capacidad de sanar. 

Con el tiempo, ese hondo vacío en la boca del estómago, que nos provocó angustia y ansiedad, nos enseña que vivir en la incertidumbre es una actitud mental, que el control es pura ilusión. Que mi necesidad de que las cosas sean solo como yo quiero que sean, es otra forma de limitar el mundo de las oportunidades. 

Con el tiempo, las heridas cicatrizan, los recuerdos se vuelven imágenes borrosas, los talismanes  dejan de ser símbolos y vuelven a su funcionalidad original. Lo útil, lo archivamos en algún lugar de la memoria para poder regresar a buscarlo, en el caso de que haga falta.  

Porque si algo te enseña la vida, a medida de que transcurren los días y los años es que, con el tiempo, todo pasa.


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