¿Para qué entrenar en cuarentena?
Que ironía fue planificar esta charla para Arrayanes Country Club, con el tema: ¿Para qué entrenar en cuarentena? En ese momento no podía contestar a la pregunta, porque en principio ni siquiera podía hacermela.
El cuerpo tiene maneras únicas de manifestarse, y es importante ponerle atención, en serio. Tuve dolores por una semana, donde parecía que tenía todo bajo control y luego volvían. Me di cuenta que no era normal y que no era un malestar que se iba a ir, así que contacté a los médicos, y verificamos que tenía unas arenas en la vesícula. La conclusión fue que la mejor decisión era sacarme la vesícula para evitar complicaciones mayores más adelante. Así estoy ahora sin poder entrenar en las próximas dos semanas.
En todo caso para los que sí pueden vamos a contestar esa pregunta.
La primera respuesta es por salud, porque estamos viviendo una situación para la que ninguno estaba preparado. Hay mucha ansiedad e incertidumbre en el ambiente, y lo incierto incrementa nuestros niveles de estrés. Entonces entrenar o hacer ejercicio nos ayuda a liberar ese estrés y producir las endorfinas necesarias para estabilizar nuestro estado de ánimo. El ejercicio es una forma de estrés también, uno que podemos controlar, y ese ejercicio nos da un cierto desgaste de energía. Eso nos asienta, nos da piso.
Segundo, entrenamos para mantener nuestro estado físico. Muchos de nosotros entrenábamos de manera diaria y nos preparábamos para un evento en especifico, y ahora, visto que no sabemos cuándo será posible competir nuevamente, lo mejor que podemos hacer es mantener, en la medida de lo posible, nuestro estado físico y nuestra resistencia. En esta cuarentena ha pasado algo importante, muchas de las personas que no hacían entrenamientos de fuerza, ahora por falta de facilidades para seguir con la rutina, han descubierto los beneficios del entrenamiento funcional.
Tercero, entrenamos para volvernos creativos, para adaptarnos a las circunstancias, trabajar con lo que tenemos y reinventarnos a partir de las herramientas que tenemos disponibles (¿notan la metáfora con la vida?): rodillo, banda para correr, pesas, ligas, adaptarnos a no poder nadar. Procuremos que los entrenamientos sean útiles y sumen, no que resten.
Cuarto, entrenamos para divertirnos, para salvaguardar la armonía del hogar, para liberar las frustraciones, por salud mental.
¡A entrenar!