Rutina de vida ¿Cómo construir ese lugar seguro?

La palabra rutina quizás es una de las más temidas. A medida que la vida avanza, nos asusta caer en un círculo vicioso que haga de nuestra vida aburrida, sin propósito. Sin embargo, hay otro concepto que deseamos explorar:

El estado de bienestar que todos buscamos se logra con la práctica coherente y consistente de hábitos positivos y potenciadores (una rutina). Mientras más seamos aquello en lo que queremos convertirnos, más rápido llegaremos al lugar en donde queremos estar.
— Marialuz Arellano

Una rutina con intención, donde la construcción de un hábito implica un profundo conocimiento de nosotros mismos, tiene el potencial de expandirnos y movilizarnos a nuevos estados de SER y ESTAR.

Su naturaleza es cíclica, jamás lineal. Los ritmos de la vida: la familia, los amigos, el trabajo, las vacaciones, los compromisos, las responsabilidades, el estrés, los cambios…muchas veces sabotean la permanencia y consistencia de esta rutina, de este lugar seguro. Nos distraemos, abandonamos y cuando deseamos volver para retomar el equilibrio, nos damos cuenta de que ya no es tan fácil.

Empieza de nuevo el ciclo de reconstrucción. (Te puede interesar: “¿Balance o armonía? Consigue logros deportivos en tu vida cotidiana).

¿Cómo retomar? ¿Cómo darle un nuevo sentido a esta rutina?

La buena noticia es que cuando esta rutina llega a este punto de quiebre es una invitación para la auto reflexión, para perfeccionarla, una nueva oportunidad para crecer y retomar con fuerza. De este proceso sabe mucho Karen Burbano, abogada y deportista, quien dirige la fundación benéfica Juntos Por Ecuador. En esta entrevista, útil para todos los que estén en este proceso, nos cuenta su experiencia.

“¿Que si estaba preparada? Pues el músculo más fuerte de mi cuerpo, mi corazón, estaba listo”, Karen Burbano.

Siempre has sido deportista, activa. Antes de tu para obligada ¿En qué consistía tu rutina de bienestar?

Practicaba una rutina que no era congruente con la fusión de cuerpo, mente y espíritu. Los trataba como factores independientes. Llevaba una buena alimentación, sobre entretenimiento, corría e iba a la montaña para “desconectarme”. Lo correcto realmente habría sido buscar conexión.

¿Qué ocurrió en tu vida que trastocó tu rutina?

Ocurrieron un cúmulo de sucesos que no solo me separaron de una rutina, sino que pusieron en pausa mi vida. Y cuando digo vida, no solo se trata de estar viva físicamente, sino de estar viva en cuerpo, mente y alma. En mi caso dejé de sentir, estaba rota y desconectada. Hace aproximadamente 4 años tuve mi sexta cirugía de brazo para reconstruirlo después de una multifractura de húmero con rotura de nervio radial, a esto se sumó que el año pasado sufrí de septicemia por un absceso en mi intestino grueso y lamentablemente, mientras estaba en el hospital después de la operación, me contagié de COVID19, desencadenando una trombosis respiratoria que me llevó a estar entubada en UCI. Finalmente, tuve una segunda operación donde tuvieron que cortarme parte del intestino grueso.
Un año después de la última operación, mi médico me autorizó a retomar la actividad física. Volví cargada de miedo, llena de excusas para castigarme y auto sabotearme. Me alejé de todo lo que amaba y me daba felicidad.  

¿Qué cambió para querer retomar? ¿Qué te hacía falta?

El sentirme agradecida con Dios por brindarme una nueva oportunidad. La necesidad de construir una conexión en donde cuerpo y mente, activen mi espíritu.  Quise que el amor se convirtiera en el principio rector de mi vida para todo lo que hago, para cambiar realidades y aligerar cargas. Me hacía falta sentirme merecedora de una felicidad que no es una opción sino una decisión.

¿Cuéntanos el paso a paso de la reconstrucción de este lugar seguro para ti?

Soy mi prioridad

Empecé eligiéndome. Entendí que el elegirme no es un acto de egoísmo sino un acto de amor. Porque la vida no se trata de complacer sino de complacerte. De amar primero amándote. La primera regla de cada mañana es dejar de hablar mal de mí misma.

Decidí vivir con propósito

Identifiqué los lugares y actividades que me brindaban felicidad. No se trataba solamente de acudir a ellas, sino de sentirme fuerte cada vez que las hacía. Necesitaba tener claro qué me motiva a realizarlas. En mi caso en particular, todo lo que hago está dedicado a Dios, a mi familia y a mis niños de la Fundación. Para ellos establecí dos metas que llevaron la insignia del amor: dedicarles todas las cumbres del Ecuador y volver a correr un 30k.

En un lapso de dos meses había alcanzado las cumbres del Tungurahua, Iliniza Norte, Iliniza Sur x 2, Antisana, Cayambe, Cotopaxi, Chimborazo. Había vuelto a las canchas del Trail y sin darme cuenta llevaba 6 carreras disfrutando a tope, sumando más kilómetros y altimetría de la que esperaba. ¿Que si estaba preparada? Pues el músculo más fuerte de mi cuerpo, mi corazón, estaba listo. Y de eso se trata la vida, de hacer las cosas con amor, convicción, miedo y actitud.

La montaña tiene algo mágico en mi vida porque causa una conexión maravillosa entre lo que mi mente cree y crea, moviendo cada fibra de mi cuerpo y activando mi corazón a tope. Es un espacio de fe, rebelión y conquista personal. Es un espacio de Amor.
— Karen Burbano

Sin disciplina nada es posible

Hoy disfruto de una rutina que me permite una mejor conexión entre cuerpo, mente y espíritu. Lunes, miércoles y viernes, realizo ejercicios en negativo con cadencia moderada a lenta. Este tipo de ejercicios mejoran la fuerza e hipertrofia. Los martes y jueves comparto la pasión de correr junto a un gran grupo. Y no existe conexión perfecta si no conectas tu espíritu y tu mente, por eso medito y oro todos los días. Practico a diario el agradecimiento, por todo lo que tengo en mi vida y lo que también sale de mi vida.

Elegí objetivos que me sacaran de mi zona de confort

Solo incomodándote puedes sacar lo mejor de ti. En agosto espero alcanzar la cumbre del Pico Lenin en Kirgistán. En noviembre deseo subir mi primer 8000 y en abril correré mis primeros 50 kilómetros. Todo esto como muestra de que el amor lo puede todo.

Conecté mi rutina a otras facetas importantes de mi vida

Mi entrenamiento no está completo sin compaginarlo con las actividades de la fundación de la que soy parte: Juntos por Ecuador, este espacio es mi forma de ser instrumento en esta vida.

¿Tus grandes aprendizajes en este proceso?

  • Si corro o voy a la montaña es para conectarme. Antes, erróneamente, lo hacía para desconectarme.

  • En la vida lo importante es no vivir pensando en el FINAL, porque simplemente te olvidas de disfrutar del camino.

  • Evito llevar conmigo cargas innecesarias.

  • Entendí que ser esclav@ de tus miedos lo único que provoca es una desconexión con tu esencia.

  • La victoria es un estado del alma.

  • Las metas nunca deben ser de tu ego, sino de problemas que claman por una solución.

  • La salud es la mayor posesión.

  • Sin coraje no podemos practicar ninguna otra virtud con consistencia.

  • Si intentas siempre ser normal, nunca sabrás lo extraordinario que puedes llegar a ser.

Lee: “Hoy afirmo: He vivido”.

Anterior
Anterior

Ciclo menstrual: Sácale provecho a tus hormonas

Siguiente
Siguiente

El cuerpo nunca miente