3 formas de potenciar tu alimentación
No hay formatos, ni modelos perfectos en la nutrición, porque todo depende de cada persona, según sus matices genéticos y metabólicos.
“Bien dijo Hipócrates: “Que la comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina”. ”
Hace pocas semanas hablamos de cómo hackear a nuestro cuerpo, mejorar y sanar su condición de manera natural, a través de la adopción de hábitos saludables. La alimentación es la piedra angular del bienestar, si pensamos que tenemos la posibilidad de controlar lo que ponemos en nuestro cuerpo y que esas elecciones son verdaderamente importantes, ya que la comida es mucho más que vegetales, frutas o carne… es información, instrucciones precisas para que las células funcionen correctamente o no.
En la guía de biohacking para principiantes de Bulletproof, Dave Asprey, el pensador de esta corriente de salud y bienestar, nos invita a romper esquemas sobre lo que es en verdad una dieta saludable. No hay formatos, ni modelos perfectos, porque todo depende de cada persona, según sus matices genéticos y metabólicos. La invitación es hacia la autoexploración, el afinar el sentido de la escucha interna para saber que funciona o no para nuestro organismo, porque el alimento que resulta la medicina de uno, puede ser el veneno de otro.
Sin embargo, sí hay algunas pautas que no debemos perder de vista para obtener los mejores resultados de lo que decidimos comer a diario. Te las mostramos a continuación:
1.- Elige alimentos que reducen la inflamación
Frutas y vegetales: No es un cliché, la ciencia ratifica que el mayor consumo de este tipo de alimentos ayuda a prevenir el cáncer, las enfermedades cardíacas, la diabetes. Mejora la salud intestinal y previene el envejecimiento prematuro. Su presencia en nuestros platos debe ser de al menos el 50%. Estas son algunas de las frutas y vegetales más potentes a nivel nutricional: frutos rojos, brócoli, espinacas, espárragos, lechuga roja, kale, zanahoria, alcachofas, aceitunas verdes y negras.
Grasas esenciales: Por muchos años nos olvidamos de consumir grasas, por temor a engordar gracias a la desinformación. Hoy, en el mundo de la salud, alimentos como los pescados pequeños, ricos en grasas esenciales Omega 3, y el aceite de oliva, el protagonista de la dieta mediterránea (considerada la más saludable), son recomendados como básicos para cuidar de la salud cardiovascular y cerebral. A esta lista se suman el aguacate, la mantequilla de animales alimentados con pasto, las semillas y los frutos secos. Además, la ingesta de grasa saludable ayuda en el equilibrio hormonal y alivia los antojos.
La kombucha es una infusión que se prepara con té y se fermenta con SCOBY, una simbiosis de levaduras y bacterias.
Probióticos: Son alimentos ricos en bacterias que nutren nuestro microbioma digestivo, para potenciar no solo una adecuada digestión de alimentos, sino elevar el sistema inmunológico y ayudar a restaurar la salud de otros órganos y tejidos. Alimentos fermentados como el chucrut (col fermentada), la kombucha y el kéfir deben ser parte de la alimentación diaria. Los suplementos probióticos también son recomendados ampliamente.
Especias: Sistemas de salud milenarios como el Ayurveda han rescatado el valor medicinal de especias como la cúrcuma, la albahaca, el laurel, la pimienta negra, el jengibre, el orégano, el comino, el perejil, el romero, el tomillo, y muchos otros. Las especias no solo tienen el potencial de darle un sabor y un aroma únicos a las comidas, sino de encender el ‘agni’, el fuego digestivo, para ayudarnos a tener una mejor digestión, y permitir que los alimentos nutran nuestros tejidos y no se conviertan en toxinas.
Adaptógenos: La ciencia le da el nombre de adaptógenos a una variedad de plantas únicas (raíces, hierbas y hongos) que, como una de sus principales propiedades, actúan sobre el sistema suprarrenal y ayudan a balancear las hormonas, de manera que el estrés diario, ya sea físico, químico o biológico, se hace más manejable. Algunos de los más populares son la ashwaghanda, el panax ginseng, la schisandra, la maca y el reishi.
¿Qué alimentos alientan la inflamación celular?
El azúcar, la sal y las harinas refinadas.
El gluten (proteína que se encuentra en los cereales como el trigo, la cebada y el centeno).
Los lácteos.
Los alimentos y bebidas procesados.
Las carnes rojas y los embutidos.
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2.- No solo es Qué comemos sino CÓMO comemos
En general, al hablar de nutrición, pensamos solamente en los alimentos, su preparación, las calorías y su calidad nutricional, pero ¿Qué hay del acto mismo de comer? Fijarnos en los hábitos de alimentación y en lo que llaman higiene alimenticia es esencial, si deseamos tener los máximos resultados y que nuestro cuerpo responda positivamente hacia los alimentos. Podemos comer la comida más saludable, pero si lo hacemos distraídos, sin tiempo, molestos, con miedo, esa información no servirá de mucho. Te dejamos 10 consejos de higiene alimenticia:
Que la hora de comer sea sagrada, sin celulares, sin distracciones y sin trabajo. Regálate 40 minutos en cada comida para saborear y disfrutar.
Apuesta por lo natural, orgánico y local. Cuida de dónde vienen tus alimentos. Apoya a los pequeños productores mientras le das a tu cuerpo energía de alta calidad.
Cuando prepares tus alimentos fíjate en tus emociones. Procura hacerlo con amor para contagiar esa misma vibra a tus preparaciones.
Enfócate en comer de forma pausada y masticando conscientemente. Así digieres mejor los alimentos, apoyas a tu sistema digestivo y elevas tus defensas.
No subestimes el poder de una mesa bien decorada y un plato bien presentado. Suelen decir: “La comida entra por los ojos”, y es verdad.
6. Deja las conversaciones pesadas para otro momento del día. Regálate silencio y tranquilidad mientras comes.
7. Fija horarios para tus comidas y respétalos. Así no exacerbas el hambre o la llenura.
8. Cena temprano y dale a tu intestino un descanso nocturno de al menos 12 horas.
9. Cualquier alimento que decidas comer, saludable o no, disfrútalo. No comas con arrepentimiento, ni dolor.
10. Agradece por el alimento que está en tu mesa. La gratitud es un poderoso biohacking.
3.- Cuida el origen de tus alimentos
“Una buena nutrición implica informarse sobre los alimentos y su impacto no solo en uno mismo, sino también en el medio ambiente”, sostiene Asprey en su guía de biohacking.
Una primera decisión es consumir alimentos libres de tóxicos producidos en granjas o comercializados en pequeños mercados, que permitan comprar a granel para evitar la contaminación con plástico u otros empaques, y que críen a los animales en libertad, con una alimentación a base de pasto.
¿Qué significa alimentos libres de tóxicos?
José Illinworth, de Cultiva Farm Ecuador, huerto dedicado a la producción de microgreens, flores comestibles y vegetales extraordinarios, sin el uso de químicos ni pesticidas; hace una diferenciación entre producción agroecológica y orgánica. En el primer caso, se trata de alimentos producidos con el uso de solo bioles naturales, mientras que lo orgánico admite el uso de productos de sello verde (ligeramente dañino, no contamina).
Es importante para nuestra salud descartar alimentos donde el uso de productos de sello amarillo (moderadamente peligroso), azul (moderadamente tóxico) o rojo (sumamente tóxico, extremadamente peligroso) sea común. Los tomates, las papas y las manzanas son algunas de las siembras más atestadas de tóxicos, por lo que es ideal conseguir un pequeño proveedor con buenos procesos de producción.
En el caso de la cría de animales es importante alejarse de las producciones masivas, que usan con normalidad antibióticos y hormonas para la crianza, generando residuos peligrosos para la salud humana.
¿Cómo nos beneficia escoger alimentos producidos con consciencia?
La health coach Alegría Hervas, productora de los jugos Munai Détox, explica que el acceso a alimentos agroecológicos, idealmente, nos permite tener al alcance mayor cantidad de nutrientes en las comidas y lograr el cometido de convertir a los alimentos en medicina. “Lo que comes es lo que absorbes. Si comes productos forjados con pesticidas y químicos estás alimentando a tu cuerpo con lo mismo”.
¿Cuál es el impacto de nuestras elecciones?
¿Sabías qué…?
Si un producto contiene el sello orgánico del USDA (Departamento de agricultura de los Estados Unidos), significa que del 95% al 100% de sus ingredientes son orgánicos.
Productos con un 70% a 95% de ingredientes orgánicos todavía pueden anunciar "ingredientes orgánicos" en el frente del paquete.
Los productos con menos del 70% de ingredientes orgánicos pueden identificarse como orgánicos en el panel lateral.
¿Y en Ecuador? Revisa AQUÍ.
Lee: “Una alimentación inteligente para preservar la energía”.