Escuchar y discutir: elevemos nuestro diálogo

Escuchar no con el fin de poder argumentar, sino con el fin de comprender, construir y enriquecernos de otros puntos de vista y criterios.

Escuchar no con el fin de poder argumentar, sino con el fin de comprender, construir y enriquecernos de otros puntos de vista y criterios.

Ten claro el fin o el objetivo de la discusión. Si la idea es que el otro cambie de opinión, o probar que tengo la razón, esa discusión no podrá elevarse.
— Marialuz

Si hemos asumido el compromiso de buscar la manera de pulirnos y perfeccionarnos, comprometernos en trabajar en nuestros defectos y potenciar nuestras virtudes, considero que una de las maneras más eficientes es desarrollar a conciencia nuestra capacidad de escuchar. 

Escuchar no con el fin de poder argumentar, sino con el fin de comprender, construir y enriquecernos de otros puntos de vista y criterios. Buscar conectarnos con el otro, sin interpretar, y sin  asumir lo que el otro quiere decir, sino generar un diálogo constructivo en donde el resultado sea simplemente entender y respetar aquello que piensa y siente el otro.

Primero que nada quisiera definir el término ‘discusión’, no como un altercado o una herramienta para convencer a otro o alterar su opinión sobre algo,  sino como un intercambio de puntos de vista, orientado al diálogo y la construcción de conceptos más elevados. 

A continuación algunas reflexiones sobre este tema:

  • Lo importante de una discusión es tener claro que no es una competencia, sino un intercambio, donde mi papel no es convencer al otro de nada, sino compartir un punto de vista, una idea, una creencia y, asimismo, escuchar y buscar entender al otro, sus argumentos y su visión del tema. El éxito de una discusión tiene que ver con la capacidad de crear definiciones complementarias, elevadas y más completas.

  • Creo que toda discusión puede ser constructiva en la medida de que:

1.  Su origen no sea discutir por discutir. El tema sobre el cual discutiremos debe ser relevante, importante y de gran significado para nosotros.

2. Hay discusiones que son necesarias y oportunas. Utiliza el instinto y la intuición para escoger los momentos adecuados, cuando la señal de que el otro está abierto para dialogar.

3.Sepamos respetar y considerar las opiniones del otro, buscar entender la motivación y el origen de lo que cree la otra persona, pues todo tiene explicación. Así no sea una explicación lógica para nosotros, su origen tiene algún fundamento y debemos respetarlo y escuchar.

4.Tener claro el fin o el objetivo de la discusión. Si la idea es que el otro cambie de opinión, o probar que tengo la razón, esa discusión no podrá elevarse y, eventualmente, no seremos capaces de ceder mutuamente para construir algo superior.

5. Si nos encontramos repetidamente discutiendo sobre el mismo tema con una misma persona, debemos cuestionarnos el por qué no hemos sido capaces de cerrar un tema y pasar la página.

  • De momentos, los diálogos se vuelven discusiones, y a veces ese es el rumbo necesario que deben tomar para recibir la presión adecuada y construir acuerdos o temas cerrados y archivados.

El aprender a escuchar es necesario e indispensable, y para lograrlo lo primero que tenemos que hacer en ese momento es silenciar nuestra voz interior, poner de lado nuestras pre concepciones, estar conscientes de abstenernos de juzgar, y de interpretar lo que oímos y enfocarnos en escuchar de corazón sin darle nuestra interpretación, ni definición

Si ponemos atención y hacemos el ejercicio de observarnos a nosotros mismos, en muchas ocasiones nos encontraremos, en lugar de estar escuchando a alguien más, siendo una de las partes de dos monólogos, con suerte del mismo tema. 

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