¡La meta es posible!
El triatlón es una disciplina de resistencia que combina: la natación, el ciclismo y el atletismo, de una sola vez; y necesita de una preparación progresiva si se desea completar sus competencias que manejan diferentes distancias. Como referencia podrías completar un triatlón sprint en 1h30, mientras que un IRONMAN tiene como límite de tiempo 17 horas.
¿Te imaginas afirmando: “Soy triatleta”? Para muchos pasar del gimnasio a una competencia de triatlón, o más aún, del sedentarismo total a completar un IRONMAN, parece una misión imposible.
Pero convertirte en triatleta, sin ser un deportista extraordinario, es totalmente posible. Como lo decíamos en nuestro artículo: “Triatlón a la medida”, el secreto está en tener las ganas, conseguir guía especializada (un coach de triatlón) y ser consistente con el proceso.
Mira las distintas distancias de triatlón que se realizan en Ecuador:
Una dosis de inspiración
Con esta breve introducción, te compartimos los testimonios de tres triatletas aficionados que han encontrado en este deporte un estilo de vida, una motivación para ir por nuevos objetivos, deportivos y personales, demostrándonos que la meta es posible.
María Isabel Karolys
46 años
Neuropsicóloga Clínica
“Soy triatleta desde el 2017. Ese año mi hermano, por razones personales, inició una campaña mediática para generar conciencia sobre la fibrosis quística, basada en una publicación de logros y retos deportivos. Su dedicación y esfuerzo me motivaron a asumir el reto de competir en el IRONMAN 70.3 de Manta, en el 2019.
Antes me dedicada aisladamente a carreras de trote, pero el triatlón siempre me llamó la atención. Iniciar fue complejo y fascinante. Uno de los desafíos más grandes fue el ciclismo, no lo había practicado. Fue un reto salir a la ruta, aprender técnicas, vencer miedos y generar un buen estado físico para los rides largos.
Mi mayor logro hasta hoy es haber mantenido la constancia y la disciplina necesarias para seguir practicando triatlón. Terminar exitosamente el 70.3 fue un gran empujón para seguir entrenando fuerte y plantearme nuevos retos. Junto a este deporte he palpado la enorme capacidad que tiene la voluntad humana. No importa a qué edad se comience, ni las limitaciones y dificultades que se puedan presentar en el camino (siempre las hay), mientras haya determinación, voluntad y disciplina, todo es posible.
Además, me ha enseñado lo maravilloso que es el cuerpo humano, la capacidad de adaptabilidad y su bondad para reaccionar ante los entrenamientos. Como deportistas sabemos que nuestro cuerpo es la principal herramienta y que debemos cuidarlo y mantenerlo sano”.
Darwin Lascano Castillo
57 años
Empresario de distribución de productos de consumo
“Soy triatleta desde hace 3 años. Siempre he practicado ciclismo de montaña, y una de mis pasiones ha sido la moto, que me cambio la vida por un accidente. Me partí el fémur derecho en dos y me quebré la muñeca izquierda.
Por mucho tiempo me sentí inútil, dependía de mi esposa y de mis hijas, hasta para las necesidades más básicas. Esa experiencia me marcó tanto que decidí hacer cosas que cuando estaba completo no las hice, digo completo porque ahora tengo un clavo en la pierna, en la mitad del fémur, que va desde la cadera hasta la rodilla, y un aplaca en la muñeca.
Con mis amigos de Lago Agrio, que hacemos ciclismo, oímos del IRONMAN 70.3, averiguamos y decidimos entrenar. Mi problema era la pierna y el proceso de recuperación. En mi última visita al traumatólogo me dijo: "El trabajo está realizado, puedes hacer con tu pierna lo que quieras”. Al salir del consultorio, lo primero que hice fue llamar a mi entrenador y le dije que quería hacer el 70.3 de Manta 2019.
El desafío más grande fue aprender a caminar y a correr nuevamente, aunque estaba recuperado, tenía un defecto, un ‘meneadito’. Cuando realizamos un taller de atletismo en el parque Metropolitano, mi entrenador se cogió la cabeza cuando me vio correr y pensó: “Chuta y ahora qué hago con este man”. Prácticamente empezamos de cero, primero caminando, luego trote suave, con la confianza de que estaría listo para el evento. En el proceso también descubrí que sí podía nadar y en el mar especialmente.
Para mí ser triatleta es un estilo de vida. Este deporte me cambió mi carácter, mis hábitos, me ha enseñado disciplina, perseverancia, a valorar más la vida y lo que me rodea.
Mi mayor logro ha sido vencerme a mí mismo, a los temores de hacer algo nuevo. He realizado 2 Xterra Salud, quedé tercero en dos años en mi rango de edad; hice un triatlón olímpico, quedé cuarto; un triatlón cross, quedé primero en mi grupo de edad; y culminé el 70.3 de Manta 2019. Además participé en la media Marathon de Miami 2020, corrí como ni yo creía que lo podría hacer, y ahora estoy preparándome para el 70.3 2021”.
Marcelo Delgado Landázuri
18 años
Estudiante universitario
“Soy triatleta desde hace 7 años. Antes del triatlón jugaba tenis. Ahí aprendí cuanta disciplina y constancia requiere el deporte. A los 12 años decidí dejarlo y justo durante ese tiempo, mi papá empezó a hacer este hermoso deporte, el triatlón.
En un feriado me dijo que si quería ir a montar bici con él como parte de su entrenamiento. Rodamos 30 km, para mí fue lo más duro que había hecho en mi vida. Desde ese día me enamoré del ciclismo. Después salí a rodar todos los fines de semana y también comencé a correr y a nadar. Empecé a investigar más sobre las competencias que había y descubrí el IRONMAN 70.3 de Manta y desde los 12 años he tenido el sueño de completarlo a los 18.
Todos los días, en cada entrenamiento, me demuestro a mí mismo que soy más fuerte de lo que pienso, es una satisfacción única la que me da el triatlón. Uno de los desafíos más grandes ha sido lograr la claridad mental antes de una competencia y mantener un balance entre la vida personal, académica y deportiva.
Sé que si quiero estar en un nivel muy alto en este deporte tengo que tener claro en mi cabeza que yo no soy igual al resto, que tengo otras prioridades.
He aprendido que el ser humano no tiene límites, cuando empecé nunca me hubiera imaginado correr a menos de 4 minutos el kilómetro, pero ahora lo estoy haciendo con facilidad. Como persona, he descubierto el valor de la disciplina, la constancia y la persistencia, esto porque estoy enfocado en cumplir con cada entrenamiento y seguir al pie de la letra lo que me dice mi entrenador.
Mi mayor logro hasta ahora ha sido conseguir una beca deportiva en una universidad en Estados Unidos, gracias al apoyo de mis padres, de mi hermana y de mi entrenador”.