¿Cómo aprender a amar sin miedo?

Frente a una crisis, la pareja no puede cambiar la historia y sí puede transformar la forma en cómo la ve y la cuenta. Siempre es posible darle al presente un nuevo significado, para renovar la esperanza.

Hacer pareja nos exhorta a liberarnos de nuestros esquemas limitantes, a mudar de piel, a mutar como no creíamos que éramos capaces; todo para acercarnos al otro.
— Claudia González.

El amor de pareja es quizás la experiencia de vida que la mayoría buscamos y, a la vez, la que más miedo nos causa. Miedo a la traición, al abandono, a la frustración, a la dependencia, al fracaso, al maltrato, a repetir historias…Vivir bajo estas condiciones no es vida, no es amor.

¿Qué matices tiene una relación de pareja real? ¿Qué significa amar a alguien? ¿Cómo romper esos muros que nos impiden entregarnos por completo? Para profundizar sobre este tema, filosomi contactó a Claudia González, conocida psicóloga y psicoterapeuta, experta en parejas, que además es la autora del libro “Amar no cuesta tanto”, en donde habla precisamente de estos dilemas del amor y dibuja un mapa para enfrentarlos.

Claudia en tu experiencia como psicóloga de parejas ¿Cuáles son los conflictos y los miedos más recurrentes que las personas enfrentan entorno al amor? 

 El amor es el desafío más grande de todos porque para experimentarlo necesitamos enfrentar nuestros miedos más profundos: a no ser suficientemente buenos para ser amados, a mostrarnos como somos y no ser aceptados, a ser abandonados, a que nos lastimen o engañen, a fracasar.  La mayoría llegamos a la relación de pareja con este bagaje a cuestas, por eso construir una relación resulta tan complicado y rápidamente aparecen los conflictos. Por mi experiencia en la consulta, diría que los grandes temas giran alrededor de la mala comunicación y la desconexión emocional. Y como consecuencia, aparecen temas como la infidelidad, la ausencia de intimidad sexual, malestar con las familias extendidas (suegros, cuñados, etc.) o la falta de acuerdos en el tema económico.

 ¿Cómo nuestra historia familiar marca nuestras percepciones y respuestas relacionadas con el amor? 

 La forma en que te vinculaste con tus padres o cuidadores determina cómo vas a actuar con tu pareja. Y si este apego fue de inseguridad, de abandono, de maltrato, indiferencia o sobreprotección, eso mismo lo vas a trasladar a tu relación. Porque muchas carencias vienen de atrás y no tienen que ver con nuestro compañero en el presente. Dedico todo el primer capítulo de mi libro a este tema, porque es la base de lo que somos y lo que podemos ofrecer. Revisar esta historia y sanar es una condición fundamental para construir un amor sano y duradero.

 ¿Cómo podemos sanar esta historia familiar?

 Reencontrándonos con nuestro niño interior desde el adulto que somos ahora, validando lo que sintió, ofreciéndole amor incondicional y consuelo, que fue precisamente lo que le faltó mientras crecía. También sirve identificar deudas o lealtades familiares implícitas. Hay que devolverles a nuestros padres conductas y actitudes que no nos sirven, y elegir el legado positivo con el que nos quedamos. Es verdad que no podemos cambiar la historia y sí podemos cambiar la forma en que nos la contamos, darle en el presente un nuevo significado que nos ofrezca posibilidades y esperanza.

¿Cómo sanar una decepción o una traición? ¿Estar juntos es una opción real o amar también es aceptar la ruptura?

 Una relación de pareja auténtica está llena de tropiezos, es una construcción delicada y susceptible a muchos errores. Y como ese "nosotros" está vivo, demanda de mucho cuidado y delicadeza, algo que no siempre están dispuestos a dar. Todas las relaciones duraderas que conozco son una prueba de lucha y de compromiso para vencer las dificultades, aunque el dolor o la decepción sean grandes. Una traición, es una forma de maltrato porque lastima profundamente al otro y menoscaba su autoestima. Y aún así, cuando quien traiciona se responsabiliza de su falta, cuando hay una decisión de reparación verdadera y hay la disposición de ambos a perdonar y avanzar, sí se puede superar. 

Por otra parte, en el capítulo 5 del libro, también hablo de que en nombre del amor no se puede aceptar lo inaceptable, ni negociar con tu dignidad. Si la traición o el maltrato es consistente, es mejor retirarse. La ruptura en estos casos se convierte en la opción más sana para ambos.

 ¿Cuáles son los pilares de un amor saludable después de haber enfrentado una crisis?

  • Sin duda, como primer punto la honestidad, que significa que te haces responsable de tu parte y eres sincero contigo mismo y en lo que le cuentas al otro. Esa transparencia transmite seguridad, como no tienes nada que ocultar, el otro puede empezar a vivir y dormir en paz.

  • Segundo, la decisión de mostrarte como eres, porque solo así pueden volver a tejer un vínculo emocional. Necesitas entender que para pertenecer necesitas mostrarte vulnerable. Tal vez puedes pensar que la vulnerabilidad es sinónimo de debilidad, cuando es todo lo contrario. Hay que ser muy valiente para ser auténtico. Y es esa autenticidad la que atrae, no deja de sorprender y mantiene encendida la chispa de la relación.

  •  Tercero está el compromiso, es decir querer estar ahí libre y voluntariamente, y saber que cuentan el uno con el otro pase lo que pase.

 ¿Qué idealizaciones del amor debemos empezar a romper para disfrutar más de nuestras relaciones y sentir que amar no cuesta tanto?

 La idea romántica del amor

Les doy la mala noticia de que la magia y la chispa son solo el inicio, el verdadero reto viene después porque una relación de pareja se construye con trabajo y dedicación, como todo arte, necesitamos desarrollar el oficio. Y en este caso, el oficio exige vencer tus debilidades y mezquindades para ofrecer tu mejor versión al otro, y por sobre todo necesitas prepararte a dar antes que a recibir. Esto, resaltando por supuesto, que toda relación tiene que ser recíproca porque no solo estás hablando de ti o del otro, sino de un "nosotros". 

La idealización equivocada de la atracción física y sexual 

Estos son aspectos de la relación que se va a ir transformando conforme la pareja transita por sus diferentes etapas. Pensar que la pasión del principio se va a mantener es una ingenuidad, y es una creencia que lleva a muchos a seguirla buscando en nuevas conquistas. Una relación madura con el tiempo y la convivencia, y la mayoría experimentará que, mientras más estabilidad se gana, probablemente baja la libido. Sin embargo, la conexión puede tornarse más profunda y significativa, o volver a encenderse cuando disminuyan las responsabilidades con los hijos, por ejemplo. Es decir, todo esto es solo parte de la evolución natural de la relación, unas cosas se van y otras llegan o se vuelven a crear. Valorar ese cambio permanente es la clave.

¿Quién es Claudia González?

Psicóloga y psicoterapeuta. Trabaja desde hace 12 años en su consulta privada y participa en un segmento de parejas en la radio.

Además es autora del libro “Amar no cuesta tanto”, donde, a través de un lenguaje simple y cercano, explora el cómo confrontar los miedos sobre el amor para mostrarnos vulnerables y pertenecer.

“Quizás vinimos a este mundo sencillamente para amar y ser amados”.

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