¿Cómo regular tu salud a través del frío?

El frío es capaz de ayudarnos a disminuir la inflamación celular.

El frío es capaz de ayudarnos a disminuir la inflamación celular.

El frío es recomendado como una rutina de bienestar de por vida y de aplicación sistémica.
— Filosomi

Ese duchazo de agua fría que nos destempla los huesos, agita nuestra respiración incontrolablemente y que hasta parece mil agujas pinchando la piel, tiene el potencial de cambiarte la vida, literalmente.

El frío se viene usando de forma terapéutica desde hace milenios. Hipócrates usaba el agua fría y la nieve para el tratamiento de las hemorragias, el dolor y la inflamación.  Los romanos se sumergían en baños frigidarium (piscinas heladas) y los nórdicos abrían los lagos en invierno para nadar en ellos. Desde entonces ya se conocía el poder desinflamante, anestésico y analgésico del frío.

Más recientemente, en 1978 , el Dr. Toshima Yamaguchi empezó a usar la crioterapia para tratar enfermedades como la artritis reumatoide y se extendió al apoyo de atletas de élite para ayudar en su performance, tratamiento de lesiones y reducción del dolor.

Hoy, con la ciencia del biohacking expandiéndose (intervención estratégica de los hábitos de vida para potenciar la salud), el uso del frío ya no es exclusivo de los deportistas ni es solo adecuado para ciertas zonas del cuerpo, sino que es recomendado como una rutina de bienestar de por vida y de aplicación sistémica.

De hecho, personas como Wim Hof, deportista extremo de origen holandés, conocido como Ice Man, ha perfeccionado su propio método de exposición al frío extremo (wimhofmethod.com), compuesto por la práctica de:

  1. Respiración consciente (particular de este método).

  2. La exposición a aguas con temperaturas bajo cero (fuentes naturales y baños de hielo), que desde su propia experiencia es capaz de activar el sistema inmunológico para combatir enfermedades.

  3. Y meditación, que viene acompañada por un estado de consciencia único, resultado de la exposición a bajas temperaturas.

Su método, como él precisa, regula el estado natural de termogénesis de los seres humanos:

  • Somos seres endotermos (sangre caliente), capaces de regular y conservar la temperatura corporal interna independientemente de las condiciones externas.

  • Sin embargo, la vida moderna nos ha hecho depender de la calefacción o el aire acondicionado para controlar la temperatura, estropeando nuestra capacidad de auto regulación.

  • La exposición consciente al frío, como con una simple ducha diaria, ayuda a normalizar esta función del sistema nervioso autónomo y apoyar la respuesta inmune.


Wim Hof, Ice Man, asegura que, si por 10 días mantienes una rutina de duchas de agua fría, verás cambios sorprendentes en tu cuerpo.


A continuación, recogemos las principales razones de por qué el frío puede marcar un antes y un después en nuestra salud, según Dave Asprey, considerado el padre del Biohacking:

  1. Un sistema inmune más fuerte

    El frío estresa el cuerpo lo suficiente como para que las células se mantengan alerta. La producción de glóbulos blancos y células inmunes aumenta, volviéndose más eficiente a la hora de combatir virus. Además, se mitiga la inflamación crónica celular que disminuye el riesgo de padecer cáncer.

  2. Quemamos más grasa

    El cuerpo responde al frío extremo aumentando el metabolismo para calentarse, lo que genera una mayor quema de grasa (la tasa metabólica puede incrementarse hasta en un 350%). También, se sabe que una exposición leve al frío, aumenta el tejido adiposo marrón que tiene el mismo efecto de aceleración metabólica.

  3. Eleva el estado de ánimo y la calidad del sueño

    El frío tiene la capacidad de reducir el cortisol y aumentar las endorfinas y la noradrenalina, que trabaja como hormona y neurotransmisor, teniendo un efecto positivo en el estado de ánimo, el sueño, la concentración y los niveles de energía.

  4. Mejora la recuperación deportiva

    Después del ejercicio existe una respuesta inflamatoria que es señal de que el cuerpo está reparando tejidos y activando mediadores antiinflamatorios. Por eso, a la hora de pensar en el frío para la recuperación deportiva es mejor esperar un lapso de una hora para permitir que este proceso fisiológico ocurra. De lo contrario, la recuperación será más lenta y no favorecerá el rendimiento. El frío es perfecto para calmar el dolor muscular y ayudar a sanar lesiones.

  5. Piel y cabello saludables

    El agua fría resulta ser mucho más suave para la piel que la caliente, protegiendo el manto protector. Mientras que, a nivel interno, el frío provoca una mayor producción de colágeno. En el caso del cabello, sella la cutícula aportando mayor brillo.

Un baño en casa para obtener los beneficios del frío debería tener una temperatura entre los 4 a 7 grados centígrados.

Un baño en casa para obtener los beneficios del frío debería tener una temperatura entre los 4 a 7 grados centígrados.

Terapia de frío en casa

¿Cómo obtener los beneficios del frío? Algunas sugerencias son bañarse en fuentes naturales de agua. Tomar baños de hielo, que pueden requerir demasiado trabajo.  O acceder a máquinas alimentadas con nitrógeno líquido que enfrían la piel a -130 grados centígrados por 2 o 3 minutos. Sin embargo, hay formas más sencillas de añadir una terapia de frío en la rutina diaria:

  • Empieza por sumergir tu cara en agua con hielo

    Esta es la forma más fácil de iniciar y adaptar al cuerpo a las bajas temperaturas, ya que en el rostro se encuentra el nervio vago que conecta directamente con todo el sistema nervioso. Procura que el agua llegue a una temperatura entre 4 a 7 grados centígrados (Dave Asprey cuenta que terminó usando un snorkel para mantener sumergida su cara hasta por 5 minutos).

  • Toma duchas de agua fría

    Si no estás acostumbrado, empieza cerrando tu baño con ráfagas de agua fría, que pueden empezar por 30 segundo. Incrementa el tiempo paulatinamente hasta que tu baño entero sea con agua fría.  

  • Mantén la temperatura de tu habitación controlada

    Otra sugerencia es procurar que la temperatura de tu habitación se mantenga a 20 grados centígrados, sobre todo mientras duermes. Seguro beneficiará la calidad de tu sueño.

A continuación, te compartimos el testimonio de Juan Francisco Neira, un montañista y practicante del método de exposición al frío de Wim Hof desde hace 7 años. ¿Por qué decidió aprender está técnica? ¿Cómo ha cambiado su vida?

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